Vuelve la emoción a la Serie A después de la jornada 33. El Nápoles firmó una remontada espectacular ante el Udinese (4-2) y se vio ayudado por el tropiezo de la Juventus ante el Crotone (1-1). Aunque los de Allegri lo tienen de cara, con cuatro puntos de ventaja y 15 en juego, el duelo directo entre ambos de Turín el próximo fin de semana se convertirá en una auténtica final.
Lo que cambia una competición en cuestión de media hora. La Juventus ganaba al Crotone fuera de casa con relativa comodidad y se veía ayudada por el tropiezo del Nápoles en casa ante el Udinese. Pero mientras los celestes reaccionaron en los últimos 30 minutos, la Juventus vio cómo otra chilena igualaba el partido y le apartaba de la victoria.
En San Paolo, el Nápoles hizo patentes los mismos problemas de las últimas semanas. El Udinese, con mucha menos presión pese a su nefasta racha, puso el 0-1 por mediación de Jankto.
No era la primera vez que al Nápoles le tocaba remontar en las últimas semanas y lo iba a volver a hacer. Insigne puso rápido el empate, pero Ingelsson hacía el 1-2 con 35 minutos por delante. En ese momento, con el 0-1 de la Juventus, el campeonato estaba prácticamente imposible para los celestes.
Un nuevo gol decisivo de Albiol, el segundo en las últimas jornadas, puso el empate con 26 minutos de juego por delante y Milik hacía el 3-2 que obraba la remontada a 20 del final. Un resultado que aún se movería tras el tanto de Tonelli a cuarto de hora de la conclusión del choque.
Mientras, en Crotona, la Juventus se había adelantado pronto, en la primera parte, con un gol de Alex Sandro. La necesidad de los locales, que se juegan el descenso, impidió que los de Allegri lo sentenciaran.
A 35 minutos del final, cuando el Nápoles comenzaba su remontada en San Paolo, la Juventus veía cómo el 'Scudetto' se le ponía un poquito más complicado. Simy se inventó una chilena brutal y subió el 1-1 al electrónico, un resultado que no se movería más pese a los intentos de ambos.
El choque del próximo fin de semana entre Juventus y Nápoles se convierte ahora en decisivo para el campeonato, aunque los de Turín lo siguen teniendo en la mano.