La noticia fue que en menos de un minuto, el Ajax ya ganaba al PSV, pero lo cierto es que el cómo fue tan importante casi como el cuándo. El gol fue una lección del 'tiki-taka' que algunos dan por muerto.
El Ajax sacó de centro, dio diez pases, uno de ellos a su propio portero, y Dolberg inauguró el marcador. Lo más cerca que estuvo el PSV de tocar el balón fue cuando Luckassen estuvo a punto de cortar el pase de la muerte de Van de Beek para Dolberg.
35 segundos, diez pases, un gol. Del pitido inicial al 1-0 en un abrir y cerrar de ojos. Los creyentes en el fútbol de toque están de enhorabuena. El Ajax mantiene vivo este estilo de juego.
July 27, 2019