Casi en un homenaje al Manchester United, el Aston Villa volvió a dar una lección sobre cómo no se debe defender una jugada en campo contrario. Y lo hizo de la manera más básica: poniendo a todos sus jugadores en el campo contrario.
A los 12 minutos de partido ante el Brighton, los de Dean Smith mantenían la posesión cuando una pérdida casi en la zona de tres cuartos del campo rival le acabó costando el 0-1, obra de un conocido como Danny Welbeck.
La pelota le llegó a Lallana y los defensas del 'Villa', conscientes del marrón que tenían encima, se abalanzaron sin éxito sobre el ex del Liverpool, que mandó un balón potente al espacio hacia el inglés.
Daba igual Welbeck que partiera por delante o por detrás del último defensa del Aston Villa, Matthew Cash, porque estaba en su campo. Y el delantero solo tuvo que correr hacia la portería completamente solo para batir con una picadita a Emi Martínez.
Este era además el primer gol de la temporada para Welbeck, que busca su redención tras un año desastroso en el Watford, con el que no cuajó después abandonar el Arsenal por la puerta de atrás.