En los cuartos de final contra el Bayern de la temporada pasada, la suerte de Isco dio un giro de 180 grados. El malagueño pudo aprovechar la lesión de Gareth Bale para colarse en el once del Real Madrid, convirtiéndose en una de las piezas más importantes de Zidane desde entonces.
Antes de el cruce contra los alemanes, con Bale en plena forma, el de la Costa del Sol no era el más utilizado por Zidane, ya que la 'bbc' se encontraba siempre por delante, junto a otros intocables blancos.
Pero la lesión de Bale en Múnich, que se vio obligado a abandonar el partido en el minuto 58 en lugar de Marco Asensio, propició que Isco pudiera ser titular durante el resto de la competición, brillando con luz propia en la vuelta contra los alemanes, en las semifinales contra el Atlético de Madrid del 'Cholo' Simeone y en la final de Champions contra la Juventus de Turín.
Isco se ganó el respeto de Europa en aquel encuentro en el Santiago Bernabéu contra los alemanes, partido que jugó hasta el minuto 71, cuando 'Zizou' decidió darle descanso y sacar a Lucas Vázquez en su lugar. Desde entonces, apenas ha faltado en las citas europeas. Esta temporada, el malagueño ya ha jugado nueve encuentros de Champions, ofreciendo, además, dos asistencias de gol.
Gareth Bale por su parte, solo ha participado en cinco partidos, siendo titular tan solo en tres. Eso sí, en ellos ha conseguido encontrar portería en una ocasión y ofrecer dos pases de gol.
Si el malagueño continúa con su buena temporada y Bale sigue con su falta de acierto de cara al gol, la situación en Champions no parece que vaya a cambiar para el ex del Málaga. Por eso, el próximo miércoles, Francisco Alarcón volverá a tener otra oportunidad para demostrarle a Europa toda su magia y calidad.