Este contratiempo obliga al conjunto italiano a tomar una decisión respecto al portero suplente.
Si el máximo dirigente del equipo celeste podría confiar en el brasileño, por lo que la lesión se convertiría en una oportunidad para él, pero si el director deportivo Giuntoli busca en el mercado estival al sustituto, será todo lo contrario.
En el caso de preferir a otro guardameta, Sirigu y Sportiello serían los candidatos. Según 'Il Mattino', si el Nápoles fichase a uno de los dos, Rafael tendría que buscar otro destino.