Lo que iba para segunda fiesta seguida del Manchester City no pudo celebrarse con todo el esplendor. El Kun Agüero se marchó al filo del descanso sustituido por unos problemas de rodilla que ensombrecieron el rostro de Pep Guardiola. Así que la fácil goleada ante el Burnley quedó en un segundo plano.
Una pena, porque todo iba a salir a pedir de boca para el técnico 'citizen', que había renovado en el once a ocho de los jugadores que habían goleado al Arsenal para obtener otro gran resultado.
Cuando se vivía el añadido de la primera mitad, el argentino pidió el cambio y tuvo que entrar por él Gabriel Jesus. A la espera de evaluar el daño, ahí quedó el asterisco puesto sobre el 5-0.
Foden fue uno de los grandes protagonistas del choque. Justo cuando Guardiola le señaló como uno de los posibles relevos para Leroy Sané, dio otros dos pasos adelante. Al tanto ante el Arsenal le sumó otros dos más, los que abrieron y cerraron la goleada.
A los 22 minutos, el joven inglés enganchó un latigazo en la frontal ante el que nada pudo hacer Nick Pope. Ahí acabó cualquier atisbo de resistencia del Burnley.
Riyad Mahrez le dio el relevo a su compañero con dos goles en dos minutos para dejar el choque cerrado al descanso. El primero de ellos, precioso, lo consiguió tras un recorte muy doloroso a Taylor, que no supo por dónde se le había salido. El segundo, en el añadido requirió menos estética, ya que transformó el penalti cometido sobre Agüero y en el que se lesionó.
Ya en la segunda mitad, David Silva se unió a la fiesta culminando con la derecha a placer una gran triangulación al primer toque con asistencia de Bernardo Silva.
Foden redondeó la 'manita' definiendo bien después de que Gabriel Jesus se lo pusieran en bandeja.
El triunfo, además, sirve para retrasar una jornada más el alirón del Liverpool, que ya no podrá ser posible este miércoles.