Guardameta de profesión. Y luchador de espíritu. Esas podrían ser las características de miles de jugadores de las islas británicas. Como el protagonista de esta historia.
Charles Thomas George 'Chic' Brodie (hasta nombre de estrella tenía) entró en la historia del fútbol al tener que retirarse por una de las lesiones más extrañas e inexplicables de todos los tiempos.
Este canterano del Manchester City, que apenas pudo actuar en el club por estar a la sombra de Bert Trautmann, tuvo que dejar el fútbol por un choque fortuito con un perro que había ingresado en el terreno de juego sin autorización.
Para entonces, Brodie jugaba en el Brentford tras pasar por Gillingham, Aldershot, Wolverhampton Wanderers y Northampton Town. Aunque pudo regresar tras la lesión para jugar 4 ó 5 partidos más, aquella rotura de los ligamentos en la rodilla fue decisiva para el fin de su carrera.
Brodie regresaría para jugar al fútbol de manera no profesional, pero apenas tendría presencia en Margate, Weadlstone y Maidstone United.
Tras la retirada obligatoria por la lesión, Brodie se convirtió en taxista de Londres ya cabó falleciendo por un cáncer a los 63 años en el año 2000.