La lucha por la salvación no entiende de regalos

Otra jornada más que se escapa para un Córdoba que poco a poco va perdiendo la fe. Si la pasada campaña, aun estando más lejos, los blanquiverdes seguían suspirando por la salvación, esta 2018-19 las sensaciones son cada vez más negativas.
Ante el Extremadura, tan necesitado o más que los andaluces, bastaron dos momentos de desconexión para volver a condenar al equipo.
Los de Almendralejo comenzaron mejor, aunque el Córdoba tenía bajo control el choque. El plan era esperar y tratar de sentenciar conforme pasaran los minutos.
Pero los de Rafa Navarro no contaban con el error de un Carlos Abad al que cegó el sol a la hora de atrapar un aparentemente sencillo balón aéreo tras golpeo de Borja Granero.
El Córdoba, enrabietado por el 1-0, sacó sus mejores minutos del choque y llegó a coquetear con el empate en un latigazo de Chus Herrero que se topó con el larguero.
Pero fue el Extremadura el que sentenciaría en otra acción desafortunada del guardameta blanquiverde. Abad equivocó un pase y el balón le llegó franco a Zarfino, que no perdonó dentro del área.
La segunda parte hizo aún más patente la desesperación de un Córdoba que fue inoperante en ataque y para colmo vería cómo Bodiger era expulsado por doble amarilla en una acción evitable.
Pese a que los de Rafa Navarro se volcaron sobre el área de Casto, fue el Extremadura el que sentenciaría en el último minuto de añadido, merced a un chut cruzado de Kike Márquez en una acción que pudo comenzar con una falta en el centro del campo.
Mientras el triunfo permite engancharse a la lucha por la salvación al Extremadura, el Córdoba parece cada vez más descolgado. Tiempo hay, pero las sensaciones no son nada esperanzadoras.