La Masia ya no es lo que era

Todo aficionado al Barça recuerda con cariño la temporada 2008-09. Ese curso, los azulgranas consiguieron el primero de los dos tripletes que atesora el club en su palmarés. Mucho ha cambiado la historia desde entonces. Entre otras cosas porque también ha cambiado el modelo.

En la eterna dicotomía entre cantera o cartera, el Barça ha ido deteriorando paulatinamente la primera idea en beneficio de la segunda durante la última década. Con Pep Guardiola, el equipo azulgrana alineaba una media de seis canteranos por partido. En la final de la Champions League de Roma, que ganó ante el Manchester United, fueron siete.

Víctor Valdés, Puyol, Piqué, Iniesta, Sergio Busquets, Xavi y Messi formaron junto a Yaya Touré, Sylvinho, Samuel Eto'o y Henry. Un equipo de lujo fabricado en su mayoría con jugadores de la casa. En la segunda parte, para colmo, también tuvo algunos minutos Pedro.

La Masia, la factoría de talento 'culé', parece haber pasado a un segundo plano. Hace diez años, el 20 de febrero de 2010 para ser más exactos, el Barça goleaba en casa al Racing de Santander (4-0). Otra vez Guardiola formó con siete canteranos en la alineación titular: nueve en el transcurso del choque.

Pese a que sobreviven futbolistas como Piqué, Jordi Alba, Busquets o Messi; la realidad es que otros que apuntaban alto como Abel Ruiz, Carles Aleñá o Carles Pérez han tenido que emigrar. Sí que ha cuajado Ansu Fati y en una especie de punto intermedio se encuentra Riqui Puig.

Por contra, el Barça ha hecho desembolsos millonarios en jugadores que no han dado el rendimiento esperado o, simplemente, han contado con pocas oportunidades. Son los casos de Dembélé, Coutinho, Malcom, Arda Turan o André Gomes. Por no hablar de Boateng. El último en llegar ha sido Braithwaite, aunque en su primer partido dejó buenas sensaciones. El debate sigue en el Barça.