El combinado inglés ha sido el objetivo de muchos aficionados racistas y no quieren ser víctimas en sus dos próximos partidos ante la República Checa y Bulgaria.
Así lo ha explicado uno de los jugadores del equipo después de saber, según indicó el diario 'Sport', que los futbolistas podrían plantarse y no jugar más sea cual sea el minuto.
"Si se da una situación extrema, es posible que tengamos que tomar medidas. Es una decisión del equipo que todos debemos tomar. No importa si se abusa de un jugador o del equipo, somos un grupo. Nadie debería sentirse incómodo en el campo", dijo Tammy Abraham.
Otro de los pesos pesados de Inglasterra como es Mark Bullingham también ha apoyado todo lo que se haga en contra del racismo.
"Sabemos que son solo un puñado de personas las que causan problemas. Todos hemos visto cómo esta minoría sin sentido arruina el partido. Esperamos que no pase nada y le pedimos a cualquiera que sea testigo de este comportamiento que nos ayude a identificar a los responsable", sentenció el presidente de la Federación Inglesa de Fútbol.