Gris y monótono. No hubo nadie que se impusiera en Anoeta. Ni Real Sociedad ni Huesca consiguieron desbaratar los planes del contrario y llegar con peligro al área rival. Muy pocas ocasiones hubo durante los 90 minutos.
Nadie tiró del carro en el equipo 'txuri-urdin'. Theo Hernández lo intentó con varias cabalgadas por su banda, pero su velocidad no sirvió para tumbar la enredadera preparada por Francisco.
Ni siquiera Sandro aprovechó la oportunidad que le brindó Imanol Alguacil. El canario estuvo desafortunado en cada balón que tocaba y el público empezó a cansarse muy pronto.
Los oscenses prepararon una trampa que se quedó a medias. Apretó bien al principio, poniendo en peligro la salida de balón de la Real, y aguantó bien cuando debía para salir al contragolpe. Pero le faltó pegada cuando las tuvo y velocidad en los minutos finales.
Santamaría y Rulli fueron simples espectadores durante la mayoría del tiempo. Solo una parada, y de mucho mérito, tuvo que hacer el argentino. El 'Cucho' desperdició la mejor ocasión del partido.
Y es que el balón parecía que era movido por el viento insoportable y no por algún equipo. Los donostiarras se trababan cuando llegaban a los últimos metros. Se les nublaba la vista, al igual que el cielo.
Eso sí, Herrera, jugador del Huesca cedido por el Manchester City, hizo que los cimientos temblaran. Cerca del borde del área, el colombiano se sacó un zapatazo tremendo que se marchó al palo.
Este punto no beneficia a ninguno de los dos. El Huesca sigue siendo el 'farolillo rojo' de la competición y la salvación está cada vez más lejos, aunque sumó su primer partido en Primera sin encajar. La Real, por su parte, sigue sin acercarse a los puestos europeos.