Nació en Douala y se crió en la academia de fútbol que fundó Samuel Etoo' en su país natal. Tras una gran progresión y evolución física, viajó a Barcelona con tan 12 años para adentrarse en La Masia, donde recorrió las diversas categorías inferiores, incluyendo una cesión en el UE Sant Andreu, hasta llegar al Juvenil A, con el que disputó dos temporadas que le hicieron crecer como centrocampista. En esa etapa, además, consiguió el doblete (Liga División de Honor y Uefa Youth League) en 2014.
Sus éxitos le alzazron a ser uno de los candidatos a subir al filial del equipo blaugrana y poder jugar en Segunda División B con solo 18 años. La siguiente temporada (2015-16) supuso un punto de inflexión en su carrera, ya que logró ser titular en el equipo filial marcando dos goles, y Luis Enrique le convocó para estrenarse con el Barcelona en la Champions League, concretamente en la sexta jornada contra el Bayer Leverkusen donde no había nada en juego.
En febrero de 2016 logró marcar su primer y único gol con el Barcelona en la vuelta de semifinales de Copa del Rey contra el Valencia, coronándose un mes después como campeón de dicho título. Este acontecimiento supuso el principio del fin en su periódo culé.
En junio de 2017, durante la fase de ascenso a Segunda División, se rompió el menisco de la rodilla izquierda, lo que le mantuvo 5 meses fuera de los terrenos de juego. Su lesión provocó la no renovación de su contrato con el filial del Barcelona y, por lo tanto, un gran cambio en su vida, pues llevaba nueve años en La Masía.
En 2018, tras el mercado invernal de fichajes, recibió la llamada del Real Betis para comenzar su vuelta a la competición de alto nivel en su equipo filial. Kaptoum decidió aprovechar la oportunidad y ayudar al filial a mantener la categoría en Segunda División B, algo que no consiguió.
Su perseverancia en la presente temporada en Tercera División le ha devuelto la posibilidad de volver a jugar en el fútbol profesional gracias a la convocatoria de Quique Setién en dos partidos de Liga, además de su vuelta a la competición europea, disputando 8 minutos como local en Europa League contra el F91 Dudelange luxemburgués, partido que recordará para siempre por su significado de lucha personal y que puede haber sido un punto de inflexión para volver a rendir como se esperaba de él.