El técnico catalán se erigió como adalid de la educación y lo políticamente correcto durante su etapa en Barcelona, abanderando el discurso del 'fair play' dejándole con la polémica a sus rivales mientras coleccionaba títulos en sus vitrinas.
Sin embargo, ante el Liverpool, Pep presentó su candidatura particular para la 'Champions de la sala de prensa', esa que él le regaló a Mourinho considerándole el "puto amo" del circo mediático.
Superado por la presión del resultado, Guardiola saltó al césped del Etihad para recriminarle a Mateu Lahoz con vehemencia dos decisiones determinantes: "Cierra la boca, es gol y penalti".
La desproporcinada reacción del catalán le costó la expulsión, teniendo que ver la eliminación de su Manchester City desde la grada, dando claros síntomas de impotencia por la superioridad de un Klopp que volvió a ganarle la partida.
En sala de prensa, el técnico español rebajó el tono, pero no el discurso, que tenía la misma diana: "El año pasado, contra el Mónaco, con 1-1 en el marcador, Agüero se iba contra el portero... Y era el mismo árbitro. Le conozco de España"
Asimismo, Guardiola continuó adentrándose en el jardín que suele regar Mourinho: "Este tipo de acciones, marcan la diferencia. El año pasado expulsan a Vidal injustamente contra el Real Madrid en el momento en el que mejor estaban jugando".