Las noches mágicas de Champions son patrimonio universal. No hay club que no se permita el lujo de vivir alguna en algún momento, y aunque siempre es más espectacular cuando ocurren en la fase eliminatoria, los grandes triunfos se cimientan desde la fase de grupos.
Visitaba el Inter el Westfalenstadion de Dortmund sabiendo que, de ganar al Borussia, se pondrá a un punto del Barcelona. Estaba empatado a cuatro puntos con el Borussia, pero su victoria por 2-0 en Milán hace un par de semanas daba un notable margen al club italiano al respecto.
El Inter, sin hacer nada del otro mundo, logró estar de nuevo ganando por una renta de dos goles. Los de Conte aprovecharon al máximo los erorres del Borussia, y el partido empezó a coger aroma a paliza.
Porque cinco minutos necesitó Lautaro Martinez para romper el 0-0 inicial. El Borussia tenía el balón, trenzaba jugadas, pero el Inter parecía sólido, apretando además a su rival en la circulación, mostrándose solidario en las coberturas.
Y en una de esas, robo, balón a Handanovic y pelotazo al centro del campo. Saltó Akanji a por el balón y falló. Lautaro, a su espalda, le estorbó lo justo para provocar el fallo del central rival, y a partir de ahí todo fue rodado.
Se midió en carrera a por el balón suelto a Hummels, y en un puñado de metros le sacó un cuerpo. Encaró al área y el central ya no fue capaz de acercarse a su rival sin hacer penalti.
Lautaro amagó por dos veces en el área, pero se la estaba colocando para cruzarla de zurda ante un Burki completamente fuera de posición. Y si eso no hubiera sido una opción, al otro lado estaba Lukaku relamiéndose.
El Inter acababa de pegar una bofetada al Borussia, que, sin embargo, reaccionó con gallardía al gol. Se puso el mono de trabajo y empezó a apretar a su rival, pero cuando lograba superar a la zaga interista, aparecía un Handanovic que no estaba por la labor de conceder gol.
Las ocasiones se sucedieron en ambas áreas, sobre todo porque el Borussia descuidó, como es comprensible, un poco más su defensa, hasta que el partido se tranquilizó un poco en torno a la media hora de juego.
Hasta ese momento, solo Achraf había aportado algo al ataque del Borussia. De hecho, las dos amarillas que habían visto jugadores del Inter fueron por cortar ataques del lateral marroquí. Pero al Borussia le hacía falta algo más.
No parecía que el Borussia, sin cambiar nada, fuese a marcar, y lo que ocurrió fue más bien todo lo contrario, que en el 40', cuando los de Favre ya pensaban en el descanso para aclarar ideas, llegó el Inter y duplicó su ventaja con un verdadero golazo.
De nuevo, creando fútbol desde atrás, en esta ocasión con una salida imperial de Marcelo Brozovic que fue dejando rivales atrás conforme estos le entraban. Apertura para Lautaro y pase de este para la llegada de Matías Vecino en la frontal. Zapatazo y gol.
Y de nuevo, el Borussia reaccionó con rabia. Y de nuevo, Samir Handanovic salvó al Inter. En el primer tiempo hizo dos paradones de verdadero mérito, primero a Götze, entre los goles interistas, y luego, ya en el 45', a Sancho.
Fue el anticipo de lo que estaba por ocurrir en el segundo periodo. Porque el Borussia, aunque no realizó cambios, resultó ser otro equipo en la segunda parte.
Lo curioso es que el partido se reanudó siguiendo la misma tónica del primer tiempo. Es decir, con el Borussia atacando, con el Inter defendiendo, provocando los fallos del rival y haciéndole daño de esa manera.
Pero Achraf tenía otros planes. El Borussia dispuso de un córner en el 50', logró recuperar y armar una segunda jugada y, con el equipo descolocado, las marcas se perdieron.
Götze se metió hasta la cocina, asistió a un Achraf que estaba de '9' y este, con un disparo malo y mordido, se la cruzó a Handanovic para hacer el 1-2.
El Borussia volvió a creer, y Handanovic volvió a negarle el gol a Sancho. El Borussia estaba encerrando al Inter en su campo, pero Conte se resistía a cambiar nada. Eran los mismos 22 que jugaron el primer tiempo, ¿cómo era posible?
Insistió el Borussia hasta que tuvo recompensa. En el 64' Favre sentó a Götze, metió a Alcácer y en la primera que tuvo, segundo después de entrar, el de Torrent robó la cartera a Brozovic, asistió a Brandt y el Borussia empató el partido.
Ahí sí saltaron las alarmas. Conte hizo cambios, los tres casi de golpe. Buscaba el italiano al menos no perder, y acabó el encuentro con seis centrocampistas.
Pero ni así. El Borussia seguía acechando la meta de Handanovic, en especial gracias a un Achraf que rindió a un nivel espectacular. Y el fútbol le sonrió permitiéndole marcar el gol de la remontada.
Era el minuto 77' cuando, mediante una pared con Sancho, Achraf se plantó mano a mano con Handanovic para batirle con un disparo cruzado. La remontada se había culminado.
El Inter no reaccionó hasta que ya no había tiempo, pero aún así la última fue para el Borussia, aunque el marcador no se movería más (ya se había movido bastante).
Triunfo sufrido del Borussia, pero satisfactorio como pocos. Se coloca segundo el club alemán, con los 7 puntos que soñaba con sumar el Inter, que se queda con 4. El Barça lidera la tabla con 8, y ambos deben medirse al conjunto azulgrana, sin descuidar la retaguardia, porque también deben enfrentarse ambos al sorprendente y correoso Slavia (2 puntos). Al menos al Inter le queda el consuelo de tener ganado el 'gol average' al Borussia en caso de empate final.