Una de las noches más aciagas de la historia del PSG cumple 21 años este 22 de abril. En el año 2000, los entonces dirigidos por Philippe Bergeroo se jugaron la final de Copa de la Liga con el modesto Gueugnon en Saint-Denis.
Cierto es que aquel equipo no se asemejaba en nada al actual, pero también es verdad que superaba ampliamente en presupuesto a su rival. El PSG era muy favorito ante un equipo, de Segunda División, que ya había hecho historia con solo plantarse en la final.
El choque fue extrañísimo y mucho más igualado que la diferencia que existía entre ambos. Hubo reparto de oportunidades en el primer tiempo y, en el segundo, el argentino Trapasso aprovechó un rechace de un tiro al palo de N'Zi para marcar a portería vacía y disfrutar de su gran día en el mundo del fútbol.
Trivino se convirtió en un héroe después en la portería del Gueugnon, hasta que, con el choque ya casi acabado, Flauto, otro modesto, superó en jugada individual y con un tiro cruzado a Casagrande.
Si bien no había grandes estrellas y aún no había desembarcado en el equipo Ronaldinho -lo haría pronto-, sí que había hombres de calidad en el PSG como Benarbia, Robert, Okocha, Yanovsky, Leroy o Christian Correa.
El choque, disputado ante 77.000 espectadores, no pudo alejarse más de lo que han querido que sea la Superliga los grandes de Europa. Un modesto haciendo frente a un grande, en un estadio lleno y hasta con un invitado sorpresa como el gallo que se coló durante unos minutos en el terreno de juego. Inolvidable.