El Carlos Tartiere fue testigo de un auténtico partidazo en los primeros compases del juego. El Oviedo salió a por todas y sus rivales respondieron de la misma forma. Ello dio lugar a un choque roto y plagado de ocasiones en el que los locales se adelantaron con un tanto de Ortuño.
El punta estuvo atento para empujar el balón a la meta cuando este le llegó tras rebotar en el larguero fruto de un saque de esquina. Desde entonces, los de Eloy Jiménez se vinieron arriba para buscar el empate y dominaron los siguientes minutos. Cristian la tuvo para marcar tras un gran pase de Tete, pero falló una vaselina.
Poco a poco, el cuadro asturiano se recompuso y consiguió que la contienda se igualara de nuevo. Se sucedieron las ocasiones hasta que el colegiado pitara el fin de la primera parte. Ambos equipos pudieron marcar. Destacó una volea de Tejera y un chut desde la frontal de Cristian que detuvo Varo.
El segundo acto estuvo condicionado por las dos expulsiones que hubo, ambas por doble amarilla. Primero, Nieto le dio una patada involuntaria a un rival en la cadera. El colegiado le amonestó por juego peligroso. Canella, 14 minutos después, también tuvo que marcharse por un pisotón por detrás a Sangalli.
En el tramo en el que el Lugo estuvo con uno más, los jugadores se vinieron arriba y mandaron de pleno en el choque, pero con el regreso a una lucha de diez contra diez, la igualdad se reinstauró en el verde. Empezó, de nuevo, a haber ocasiones en ambas porterías sin un dominante claro.
En la recta final del partido, el cansancio mermó a los futbolistas, que seguían generando ocasiones, pero estas cada vez llevaban menos peligro. Sobre la bocina, Cristian Herrera mandó el esférico al fondo de las mallas con un cabezazo tras una parada de Herrero, al que sorprendió por alto firmando así el empate.