Tras el 0-1 en el Estadio Universitario, Monterrey disponía todavía de una mayor ventaja tras el penalti anotado por Nico Sánchez. Muy mal tenía que gestionar el marcador el cuadro local para no acabar levantando la copa.
Pero Tigres apretó de lo lindo tras la entrada de Gignac. El francés fue suplente, pero fue aire fresco para los de la UANL, que fueron mejores en el segundo tiempo. Y entonces llegó la parada del partido... y posiblemente del campeonato.
Gignac remató de forma extraordinaria un balón aéreo, colocando el esférico pegado al poste izquierdo de la portería de Barovero, que se sacó una mano crucial y espectacular para salvar el empate. De haber entrado, Tigres habría tenido más de media hora para poder pelear por el gol que hubiese supuesto el empate en la eliminatoria. Finalmente sería Monterrey el que acabaría consagrándose como campeón de la 'Concachampions'.
2 de mayo de 2019