Aulas debe estar hecho una furia. Se ha tomado la decisión que más perjudicaba a su club, la de suspender y finalizar el campeonato. Ni se han jugado los partidos que quedaban, ni se ha escuchado su propuesta de disputar un 'play off' para decidir la Ligue 1.
El Olympique de Lyon solo tiene ahora mismo dos balas en el cargador para ir a Europa la temporada que viene. Una, ganar la Champions. La otra, ganar la Copa de la Liga.
Ninguna es sencilla. Para la Champions, primero ha de mantener la ventaja lograda en Francia ante la Juventus, en un partido de vuelta que a saber si se acaba jugando o no, en Turín. Y luego superar cuartos, semifinales y final, claro está.
Para la Europa League ha de ganar la final de la Copa de la Liga, que a saber si se acaba jugando o no, al PSG, su verdugo días antes de la suspensión de la Ligue 1 en la Copa de Francia.
La tercera opción es extradeportiva. Acudir a la justicia, como harán Toulouse y Amiens, pero en vez de apelar al descenso como ellos, hacerlo por un puesto en Europa que en el Olympique creen más que justo.
Esta posible ausencia cortaría una racha de 24 temporadas seguidas jugando competición europea, de las cuales 18 fueron en la Champions. Sería el peor final a una temporada para olvidar a orillas del Ródano.