Los jugadores van a extrañar el calor de la hinchada. El jugador número 12 no estará presente para evitar contagios en el regreso del fútbol, pero no todo es negativo.
Francisco Solano Romero, director del posgrado en Psicología del Deporte de la Universidad Abat Oliba CEU, explicó a 'EFE' que eso quitará presión a los jugadores.
"El principal cambio es que no se producirá ese proceso constante de comunicación entre la afición y jugador, que se traduce en una presión ambiental que en el deporte condiciona lo que ocurre en el campo, y que influye sobre los jugadores, entrenadores, árbitros", destacó.
Habrá, por tanto, menos tensión. "La ausencia del público supondrá la eliminación de esa presión habitual sobre el árbitro, que será el más beneficiado. En el caso del jugador, no tendrá presión, pero tampoco apoyo", analizó.
Solano considera que se puede sacar partido al deporte sin público: "Afectará de forma positiva, ya que mejorará diversos aspectos, como la atención y concentración del jugador en el juego, la gestión de la comunicación interna del equipo. Habrá más cohesión y mejores relaciones internas entre los componentes del equipo".