En su regreso al once tras cumplir un partido de sanción, Toni Kroos fue uno de los más destacados del Real Madrid. A veces en la sombra pero siempre preciso para mantener la máquina en funcionamiento, ante el Valencia le tocó estar bajo los focos.
Primero asistio a la frontal para que Karim Benzema hiciese su golazo al palo largo. Después, poco antes del descanso, dio otro de sus pases a la red en el borde del área para poner el 2-0 que acabaría siendo definitivo.
Su actuación tuvo un impacto directo en lo numérico, pero es que también manejó los hilos con la fiabilidad que acostumbra. De 107 pases que intentó, 101 llegaron a su destino. Un 94% de acierto para el alemán.
Junto con Luka Modric, una pareja eterna e incombustible, sometió al Valencia desde la medular. Se le ha visto fallar muy poco, aunque cuando lo hizo, como contra el Shakhtar Donetsk allá por octubre, fue muy sonado.
Es lo que tiene no errar prácticamente nunca, que cuando te equivocas, se magnifica. Además, no es un futbolista que se limite al pase corto y sencillo, sino que asume riesgos y cuando los paga, los paga caros. Por eso es tan importante, porque rara vez falla.
De hecho, Toni Kroos es el futbolista de LaLiga con más pases acertados. Ha dado 1.223 buenos, con un 93% de acierto que a veces le hace parecer a la sombra, pero que supone uno de los valores más grandes del equipo de Zinedine Zidane.