Si ya de por sí el Las Palmas-Tenerife era histórico por ser el primero sin público debido a la pandemia, el encuentro nos regaló una de las pifias del 2020.
El protagonista fue Ortolà. El cancerbero del Tenerife, no se sabe bien cómo, cometió un fallo garrafal cuando aparentemente no había ningún peligro en su portería.
Nada más arrancar la segunda parte, el valenciano se marcó en su propia portería y dejó a sus compañeros sin palabras. ¿Por qué? Porque su cantada fue descomunal.
Rober buscó el centro al corazón del área y Vada desvió el balón, lo que hizo fuese hacia arriba. Cuando cayó hacia abajo, el meta, en vez de despejar hacia fuera o atrapar el esférico, empujó la pelota hacia el interior de su portería.