El Vitória de Setúbal atraviesa uno de los momentos más complicados en la historia del club. Tanto deportiva como extradeportivamente, los cimientos del Estádio do Bonfim se tambalean.
El equipo portugués descendió administrativamente a Tercera División debido a su frágil situación económica... problemática que, por el momento, sigue sin desaparecer.
Y es que los futbolistas del primer equipo iniciaron este viernes una huelga: acudieron a las instalaciones deportivas de la entidad, pero se negaron a entrenar debido al retraso del pago de los salarios.
El Vitória confirmó la situación en su página web y, aunque no mencionó nada de los impagos de los jugadores, admitió que dificultades para regularizar el sueldo de los empleados del club.