La plantilla demostró que está con Jémez

Tras seis partidos sin ganar, acercarse peligrosamente al descenso y acabar muchos encuentros con malas sensaciones por el juego del equipo, el Rayo se reencontró con la victoria en uno de los campos más difíciles de la categoría y ante uno de los aspirantes al ascenso a Primera.

El destino quiso que esa victoria salvadora fuera contra el Huesca que dirige Miguel Ángel Sánchez Muñoz, 'Míchel', con el que trabajó en el equipo madrileño hasta su marcha en 2016 y al que sustituyó al final de la temporada pasada en su regreso al banquillo rayista.

"Mi trabajo es dar un paso al frente siempre y asumir la responsabilidad. Nunca he dudado de mis jugadores, sé que estaban conmigo", dijo Jémez, tras ganar a la SD Huesca.

Esa mala dinámica de resultados de esta temporada no hizo dudar a la directiva de un cambio en el banquillo a corto plazo, aunque una derrota hubiera podido precipitar un cese.

Lo que preocupaba a la directiva, según pudo saber 'EFE', eran las "sensaciones transmitidas sobre el césped", puesto que la igualdad de la categoría les volvería a meter de lleno entre los puestos de arriba con solo tres victorias.

El principal valedor de Paco Jémez es el presidente, Raúl Martín Presa, que siempre se ha caracterizado por mantener a sus entrenadores hasta situaciones límite y en ocasiones siendo la única voz discordante de toda la directiva en estos asuntos.

"En el Rayo se tiene mucha paciencia con quién se confía y eso lo agradezco porque en otro equipo no seguiría en el banquillo. Un entrenador está para recibir host**s y yo tengo el culo pelado y sé cuál es mi trabajo", declaró Jémez tras sumar los tres puntos en Huesca.

Pese a la victoria, la situación deportiva del Rayo Vallecano no es buena. Tiene 24 puntos, solo ha ganado cinco de los 19 partidos de Liga y la segunda plaza, que era su verdadero objetivo a principios de temporada, ya está a once puntos, en tanto que el liderato permanece a 15.

Antes del parón navideño, el Rayo tiene dos partidos muy importantes. Uno en Vallecas frente al Albacete y otro a domicilio contra la Unión Deportiva Las Palmas. Todo lo que no sea ganar en casa y sumar algún punto contra el conjunto canario sería un revés para el equipo madrileño y para su técnico, que como hombre de fútbol sabe que los resultados son los que quitan y ponen entrenadores.