Las celebraciones se dan en medio de un operativo de seguridad que no ha dejado detenidos, aunque sí incautaciones de bebidas alcohólicas entre los hinchas, informaron a 'EFE' fuentes oficiales.
También multitud de aficionados se congregan en las inmediaciones del estadio Antonio Vespucio Liberti, más conocido como el Monumental, de River Plate, situado en el barrio de Belgrano (norte).
Desde temprano, se cortaron las calles mas céntricas, así como el carril de autobús de la siempre concurrida Avenida 9 de julio, donde se ubica el Obelisco, para favorecer la llegada de los aficionados del equipo que conquistase el título de la Copa Libertadores en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid.
Poco después de que River se proclamara campeón, los hinchas del 'Millonario' fueron acercándose al Obelisco bajo la intensa lluvia que caía sobre Buenos Aires, y de forma progresiva fueron colmando la zona.
Asimismo, cientos de seguidores no dudaron en subirse al auto y circular por las calles abiertas tocando el claxon, ondeando banderas por fuera de la ventanilla y gritando odas a su club.
El operativo estuvo a cargo de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, en colaboración con la Policía Federal, con el que se buscaba evitar escenarios como el que obligó a suspender el 24 de noviembre la primera fecha programada del partido de vuelta de la final.
Cerca de la medianoche, en unos festejos que se celebraban en paz desde que se conoció la victoria de River Plate en Madrid ante Boca Juniors en la final de la Copa Libertadores, un grupo de hinchas violentos comenzó a agredir a la gente, a pelearse entre ellos y a arrojar objetos contra la policía y los automóviles de cadenas de televisión, y fueron desalojados por las fuerzas de seguridad.
10 de diciembre de 2018