"La Policía ha recibido 500 reportes de casos relacionados con el amaño de resultados en el fútbol indonesio en los últimos dos meses", indicó la Policía Nacional en su cuenta de Twitter.
La investigación policial comenzó después de que se hiciese pública en diciembre una grabación de audio en la que uno de los miembros de la PSSI ofrece algo menos de 9.000 euros a un entrenador de Segunda División para intentar amañar un partido.
La revelación terminó con la dimisión del trabajador de la asociación de fútbol y un comité disciplinario le sancionó con una multa y la prohibición de asumir cualquier cargo en tres años.
Tras el escándalo, las autoridades han llevado a cabo registros en las oficias del PSSI y las viviendas de algunos de sus miembros, entre ellos el presidente en funciones, Joko Driyono, que también es investigado por supuesta destrucción de pruebas.
La Unidad contra la Mafia en el Fútbol de la Policía Nacional ha confiscado ordenadores, discos duros y documentos en relación a las tres divisiones del deporte y centra sus averiguaciones en las transacciones financieras de la asociación de fútbol.
"Tenemos 75 pruebas en relación al amaño de partidos en Indonesia", afirmó el portavoz de la Policía Nacional, Dedi Prasetyo, en las redes sociales.