La polémica del fin de semana en la fase de ascenso a Segunda B no estuvo sobre el césped, sino en las puertas del estadio Nuevo Castalia del Castellón.
Y es que la Policía Nacional requisó numerosas banderas esteladas en el acceso de la afición visitante y además retuvo a tres seguidores del Sant Andreu, que no pudieron ver el partido.
Los testigos, según informa 'Sport', afirmaron haber vivido momentos bastante tensos. Una vez que el club conoció la situación, Manuel Camino, presidente del club catalán, y el abogado del equipo se personaron en el lugar de los incidentes.