La Ponferradina, le pese a quien le pese, está donde merece. Derrotó al Almería en su cita de la jornada 30 en Segunda División, lo que supuso zancadillear a un candidato al ascenso directo -y hacerle un favor al Espanyol- y mantenerse en la lucha por el 'play off' de ascenso.
El triunfo fue la consecuencia justa de una propuesta rica, variada y valiente. A los de Jon Pérez Bolo no les tembló el pulso a la hora de tutear de principio a fin a una de las mejores plantillas de la competición. De un cuerpo a cuerpo brutal del que el equipo no salió bien parado a una segunda parte punzante, con tino y remontada incluida.
A los de José Gomes les faltó más resolución. Con más calidad y nombres en sus filas, lo que valió para irse al descanso por delante, el conjunto fue viendo cómo los bercianos llegaban cada vez con más peligro y no pudieron frenar la sangría, constitutiva final de la caída.
En la primera parte, el tramo de más igualdad de la cita, los 'indálicos' se pusieron por delante merced a un zapatazo de Samú Costa. Desde la frontal, sorprendió a Caro por su palo. Le dio así sentido a la insistencia de Juan Villar, a la brújula que era Morlanes y a lo bien plantados que estaban Cuenca y Maras atrás.
Pero estas buenas sensaciones colectivas e individuales fueron apagándose conforme los equipos se sumergieron en el segundo acto. La Ponferradina, descarada como debe ser, se apoyó en el eterno Yuri, que va a seguir marcando hasta que él quiera, y remontó el partido.
El '10' cazó un rechace en el área -minuto 60- y lo mandó a la red para poner las tablas y Moi Delgado, en el 90', abrochó la victoria con un golazo sensacional. Abofeteó con el exterior de la zurda una bola que le llegaba botando, trazó su trayectoria hacia la escuadra y envió un mensaje a toda la Segunda División: El Bierzo está donde merece.