Su petición a Zidane de no viajar a Mánchester fue la gota que colmó el vaso de muchos. Negarse a jugar el partido más importante de la temporada fue un shock. La prensa inglesa no tardó en empezar a hugar en su vida privada, y no dudó en airearla.
La prensa británica está fascinada y horrorizada a partes iguales. No logran entender en Reino Unido la actitud del futbolista galés. Es el mejor pagado del Real Madrid y vive en una mansión de lujo. Y eso es solo la punta del iceberg.
Su lujosa finca, en una de las zonas más caras de la Comunidad de Madrid, le cuesta, según 'The Sun', 11.140 euros cada mes. Una barbaridad para nosotros, pobres mortales, pero no para él, pues se embolsa 17 millones al año.
El citado medio además enumera los seis coches de lujo que el galés tiene aparcados en su garaje: del Audi Q7 que le proporciona el Real Madrid (79.400 euros) al flamante Lamborghini Huracán de 370.000 euros con el que se le ha visto ir a entrenar algún día.
Y cómo olvidarnos del golf. Esa afición que le sirve para abraerse del fútbol y que tanto revuelo ha causado cada vez que se le ha visto practicarla. Bale tiene esa cualidad, la de no dejar indiferente a nadie.