Tan sólo hacía dos días de la firma cuando a Samu García le tocó debutar para buscar el gol de la victoria ante el Girona. El jugador volvió a la que fue su casa y esta lo trató con todo el cariño posible.
Samu fue ovacionado. Primero, nada más saltar a calentar, después también se llevó los aplausos y los cánticos de la afición cuando pisó el césped de La Rosaleda por primera vez tras su vuelta. Keko le dejó su sitio.
Pero ni con Samu García logró el Málaga conseguir tres puntos de oro y el equipo de José González se tuvo que contentar con el empate, pero una de las imágenes del partido la dejó el mismo Samu nada más escuchar el pitido final.
El futbolista se fue hasta la Grada de Animación, se sacó la camiseta y la entregó entre una tremenda ovación. Samu se contagió de la euforia de los aficionados por tenerle cerca y por el gesto. El malagueño no dudó en animar e instar a creer en que la salvación es posible. Luego se mostró frustrado en sus primeras declaraciones.
"¡Esto hay que salvarlo como sea, eh!", gritó Samu García mientras apretaba los puños. El ex del Levante abandonó el césped poco después con una bufanda del Málaga colgada al cuello en uno de los gestos del partido.