Era una de las grandes promesas europeas durante su etapa en el Wolfsburgo, pero no terminó de convertirse en lo que un día llegó a parecer tras su marcha de la Bundesliga.
Ricardo Rodríguez fue uno de los laterales más pretendidos de Europa al finalizar la campaña 2015-16, tras cosechar un curso más que notable con el conjunto alemán. En ese momento, el Real Madrid se interesó por el suizo, que tenía todo el futuro por delante con 23 años.
Sin embargo, el defensa decidió quedarse en la Bundesliga y el conjunto blanco volvió a intentarlo en la siguiente temporada, pero sin éxito. Tras un verano lleno de rumores, el carrilero acabó en el Milan, en el que militó tres campañas, pero en la última se fue cedido a mitad de temporada al PSV.
En sus dos primeros cursos en Italia se convirtió en uno de los grandes activos de la defensa 'rossonera', pero en el tercero la cosa cambió: solo jugó cinco partidos en la 2019-20. Asimismo, en el mercado de invierno se fue cedido al PSV en calidad de cedido para buscar unos minutos que nunca encontró, ya que disputó únicamente seis encuentros.
Finalmente, en el curso 2020-21 fue fichado por el Torino, en el que parece haber encontrado de nuevo un gran estado de forma tras un inicio de temporada con participación considerable. Suma ya nueve choques, de los cuales siete han sido como titular.
Originario de Chile pero nacionalizado suizo, Ricardo Rodríguez prometió ser uno de los grandes laterales. Tenía una proyección ofensiva descomunal, pero se quedó por el camino. Aún con 28 años y con muchas temporadas por delante, el de Zúrich quiere volver más fuerte que nunca para recuperar la confianza.