El Zvijezda iba ganando por 2-0 en el últimos minutos del partido cuando el árbitro decidió pedirle a uno de sus jugadores que abandonara el campo después de un tirón para que el partido pudiera seguir adelante.
Los futbolistas del Bosna decidieron postrarse sobre el terreno de juego para protestar por lo que había mandado el colegiado, que dejó con un jugador menos a su rival. El Bosna, en vez de aprovechar la oportunidad al estar en superioridad numérica, no quiso seguir jugando a falta de tres minutos para la conclusión.