La Real Sociedad divirtió e ilusionó a su grada desde Valencia, donde los de Aguacil dieron la cara y sobrepasaron a un rival de Champions en varios momentos del encuentro. Su mayor virtud, su margen de mejora en un equipo que ronda los 23 años de media, algo que parece complicado de creer dado el nivel futbolístico mostrado sobre el verde valencianista.
Con viejos conocidos de San Sebastián, reforzados con la magia de Odegaard, el único fichaje en saltar de inicio, y completados con Le Normand y Aihen, canteranos procedentes del Sanse, Imanol iba a buscar el control del partido para contener a un Valencia plagado de jugadores diferenciales. El partido no distó mucho del plan inicial, 'Mundo Deportivo' recuerda que hubo un 62% de posesión, rápidos contraataques de los de Marcelino y varias oportunidades para llevarse el partido.
El resultado final, 1-1, deja a la Real reforzada ante su ilusionante proyecto, con jóvenes que aportaron galones, como Oyarzabal botando el penalti en el último minuto del partido, y jugadores experienciados con mucho que ofrecerle a su entrenador, el más destacado, Miguel Ángel Moyá, que no decepcionó a su técnico tras la confianza depositada en él frente a Remiro.
En definitiva, un equipo que convence y puntúa ante todo un Valencia, faltando piezas clave como Portu o Diego Llorente, invita a pensar que esta joven Real va a dar guerra a los grandes equipos y peleará por esa ansiada plaza europea que tanto tiempo llevan buscando.