El lío con Frenkie de Jong y el Barcelona va a capítulo por día. Este martes, una información de 'Sport' indica que la relación entre el futbolista y el club pasa por un momento de mucha tensión. Los motivos son evidentes: el neerlandés no quiere ni irse al Chelsea o al Manchester United ni bajarse el sueldo y, además, se está poniendo en duda la legalidad de la renovación que firmó con Josep Maria Bartomeu.
El periódico mencionado en el párrafo anterior explica que, cuando los agentes del jugador recibieron un comunicado de la directiva hablando de una posible criminalidad en su último contrato, se indignaron. Esto ha encallado, y mucho, las conversaciones entre las partes, de las que el ex del Ajax ni siquiera ha estado formando parte. Se ha limitado a dejar claro que quiere centrarse en lo deportivo y en ser útil para Xavi.
Desde los despachos del Camp Nou, quieren que bien se marche o bien acepte una rebaja de su salario para cuadrar mejor las cuentas de la entidad. El problema es que, en paralelo, Joan Laporta ha cerrado operaciones de mucho calado monetario -Koundé, Lewandowski...-, así que es lógico que Frenkie piense que, si hay dinero para eso, tiene que haberlo también para un sueldo que le corresponde.
La propuesta que le ha hecho el Barcelona a tenor de aquello de que su contrato es ilegal es que asuma el primero que firmó, el de 2019. De esta manera, quedaría ligado al equipo hasta 2024 en lugar de hasta 2026, aunque habría que anular el reparto de sus emolumentos en varios ejercicios -si va a estar dos años menos, hay que repartir en menos tiempo lo que se le debe-.