"Creo que el propio Özil, pero también la Federación Alemana ha tenido un papel muy pobre aquí. Alegar racismo y falta de respeto termina creando muchos perdedores", espetó el dirigente Alemán en EEUU.
En este sentido, el director general no dudó en señalar a la Federación Alemana en esta crisis: "No veo un manejo profesional de la crisis en estos momentos, y no me sorprende, porque la DFB está manejada actualmente por amateurs".
Sin embargo, Rummenigge quiso matizar las palabras de Uli Hoeness, presidente del Bayern de Múnich, que afirmó tras la renuncia de Özil que "lleva años jugando una basura".
"Siempre estoy cerca de Uli Hoeness y creo que nunca le gustó Özil como jugador. Le puso nervioso que se hablara de un caso de racismo", argumentó.