El encuentro estuvo marcado por la polémica jugada del penalti que convertiría Roger para el 0-1. El Leganés denunció, desde el primer momento, que la falta de Siovas tuvo lugar fuera del área.
El colegiado de la contienda, Munuera Montero, señaló la pena máxima sin acudir al monitor del VAR, por lo que se presupone que Álvarez Izquierdo, el encargado del videoarbitraje, también vio penalti.
El Leganés acabó perdiendo el partido por 1-2, y la petición de la repetición se realizó desde el pitido final por su presidenta, Victoria Pavón.
Según informa el diario 'Sport', el club 'pepinero' llegó a interponer una denuncia ante la RFEF, pero esta ha sido rechazada por carecer de base legal, pero también por el peligrosísimo precedente que sentaría en el fútbol español.
El Comité de Competición de la RFEF se declaró incompetente para resolver la citada denuncia, y el caso pasó a manos de la Secretaría General de la RFEF.
El Leganés presentó entonces un recurso, y el caso volvió a Competición, quien en esta ocasión tuvo a bien fallar contra los intereses de los blanquiazules.