Todo ocurrió justo en el ecuador de la primera parte, cuando, con 0-0 en el marcador, Huszti llegó pasado de revoluciones a un balón dividido y acabó viendo la cartulina roja de manera directa y casi sin protestar.
El '9' del equipo húngaro corría hacia el balón cuando un rival se tiró en plancha para despejarlo. Huszti no frenó en seco y puso igualmente el pie, golpeando con los tacos en la pierna de su rival.
La entrada, que acabó como se ha mencionado anteriomente con expulsión, propició una sucesión de acciones bastante feas. Si hasta el momento no se había visto ninguna amonestación, a partir de ese minuto 23', se vieron cuatro en sólo un cuarto de hora.