El cuadro de Eusebio di Francesco exhibió su carácter como visitante, donde sólo a caído en uno de sus 21 enfrenamientos en lo que va del actual campeonato italiano esta temporada.
Las lesiones y las sanciones obligaron al técnico de la Roma a mover el banquillo, cediéndole De Rossi el brazalete de capitán a un Nainggolan que dejó su huella en el encuentor.
Un centro perfecto de Kolarov lo empujó El Shaarawy al fondo de las mallas, desatascando el encuentro con autoridad, abriendo a un Cotrone parapetado en su campo para salir al contragolpe.
Fruto del acoso visitante, Nainggolan cerró la victoria con un latigazo desde larga distancia, poniendo fin al nerviosismo que sembró Fazio con un grosero error que bien pudo costarle los puntos.