El Málaga salió a por todas en La Rosaleda, pero el Zaragoza se defendió bien de los primeros envites malaguistas. Esta buena consistencia atrás fue la base para que Pep Biel mostrara su talento con un disparo con el interior del pie que batió a Munir.
El chut fue pegado al palo izquierdo de la portería blanquiazul y el guardamenta malaguista no pudo hacer nada. Desde entonces, los de Víctor Fernández trataron de tenerbajo control el encuentro. Los de Martiricos trataron de avivarlo.
Las llegadas del Málaga eran escasas por el buen posicionamiento en el campo de los maños. El Zaragoza gozaba de posesiones de gran calidad: sus pases eran precisos y servían para cansar a un Málaga que no reaccionaba del todo.
Los de Sánchez del Amo consiguieron llegar en varias ocasiones al área rival, pero Blanco Leschuk y Renato no estuvieron precisos de cara al gol. La inclusión de Mula en el once inicial tampoco se tradujo en más peligro en la portería contraria.
La estrategia y el movimiento de balón que proponía el Zaragoza estaban siendo brillantes. Javi Ros, Guti, Papu y Pep Biel se asociaban a la perfección en el centro del campo. Los locales tuvieron que recurrir, en ocasiones, a faltas, para frenar a los de Víctor Fernández.
La polémica del encuentro tuvo lugar antes del descanso, pues Igbekeme fue derribado en el área en lo que pudo ser penalti, pero el árbitro no estuvo de acuerdo y los jugadores se marcharon al descanso con la ventaja de un gol para los maños.
La charla de Víctor Sánchez del Amo durante el descanso no pudo ser más efectiva para la plantilla local. Los jugadores malaguistas salieron totalmente cambiados a la segunda mitad: dominaron el encuentro y llegaban con peligro.
Como premio por el buen hacer del conjunto blanquiazul en los inicios de la segunda mitad, Renato firmó el empate en el minuto 53 gracias a un centro lateral de Juankar que llegó al interior con algo de fortuna.
Pero la presión de los locales era tal que, siete minutos más tarde, Leschuk completó la remontada para el Málaga. La asistencia fue también de Juankar, cuyo rendimiento es notable, pues está recién recuperado de una lesión de larga duración. Mención especial el toque previo de Ontiveros.
Y es que el Málaga era imparable en todos los aspectos del juego: no permitían que el Zaragoza tuviera posesiones largas y llegaba con peligro a la meta de Cristian casi en cada ocasión en que tenían el balón.
Esta situación fue la imperante en el campo hasta el minuto 70, cuando el Zaragoza empezó a reaccionar. Adrián no permitió que los maños levantaran cabeza y marcó un golazo desde la frontal del área en el minuto 74 para certificar el dominio local.
La falta de reacción del Málaga en la primera mitad era el pecado del Zaragoza en la segunda. La entrada de Pacheco y Ricca en el conjunto de Martiricos dio gasolina a un vehículo que estaba lanzado.
Ontiveros consiguió prender la chispa que no pudo en los primeros 45 minutos y Leschuk estuvo mucho más acertado en ataque, tanto rematando como bajando balones. El Zaragoza volvió a acercarse al área rival en los últimos siete minutos.
La primera ocasión de la segunda mitad para los maños llegó por un centro que Pombo no alcanzó a rematar. El interior se quejó de un cabezazo que le dio un defensa malaguista. Luego, hubo un disparo lejano que atrapó Munir.
En el último tercio del encuentro, el Málaga redujo la intensidad debido al cansancio. La última ocasión del encuentro la tuvo Pep Biel con una falta que atrapó Munir con facilidad. El Málaga queda en la cuarta posición a la espera del Mallorca y el Zaragoza aún no cristaliza la permanencia.