Cada mercado, la situación de Mariano ha sido la misma: el Real Madrid le busca salida, le encuentra equipo y él se niega. Por lo económico, por disconformidad o porque simplemente quiere quedarse. Su actitud nunca ha cambiado, sigue convencido de que tiene sitio en la plantilla.
El pasado verano estuvo a punto de ir al Benfica. Los portugueses llegaron a un acuerdo con el Real Madrid, pero Mariano rechazó su salida porque según él, la operación se había hecho a sus espaldas. Por tercer año se quedó, otra vez con un rol casi de descarte.
Pero al final el tiempo le puede acabar dando la razón. Sobrevivió a Borja Mayoral y también lo ha hecho a Luka Jovic. Una vez se confirme la cesión del delantero serbio al Eintracht de Frankfurt, Mariano Díaz será el único relevo posible de Karim Benzema.
Ya en las últimas semanas, con Jovic completamente fuera de la dinámica, Mariano empezó a aparecer. Era un asiduo de las convocatorias porque se ampliaban a 23, pero ya estaba teniendo algún minuto. Por ejemplo, en el último cuarto de hora del 0-0 contra Osasuna.
Habrá que ver lo que Zinedine Zidane consigue sacarle en los próximos meses. Oportunismo no le falta, el año pasado metió en el 'Clásico' del Bernabéu cuando apenas llevaba un minuto sobre el campo, y en su segunda aparición de este curso marcó a los dos minutos contra el Villarreal.
Cuando le Madrid le repescó en 2018 fue por su explosión en el Olympique de Lyon, donde hizo 21 goles, pero en su siguiente año se vio algo opacado por Mayoral y después Zidane no contó con él. Aun así, él mantenía la fe en que tendría la oportunidad de jugar en el Bernabéu.
Ahora, Mariano es perfectamente consciente de que Benzema es intocable, pero los 33 años del francés obligarán al técnico madridista a dosificarle en la jauría de partidos que viene en los próximos meses. Y ahí estará el hispanodominicano con la caña puesta a pesar de todo.