Basta con darse un paseo con las segundas divisiones de las grandes ligas europeas para encontrar las curiosas diferencias que tienen con la española. Francia, Inglaterra, Italia o Alemania cuentan con torneos de partidos abiertos, plagados de goles. Por contra, en España cuesta un mundo tanto abrir como descifrar los encuentros del escalón inferior a la catalogada como mejor Liga del mundo.
Esta misma jornada, en la Ligue 2 superaron los tres goles hasta en siete de los diez encuentros. En Championship fueron 10 de los 11 que ya se habían disputado (el Bristol-Hull regaló un sublime 5-5). Sin duda, estas dos son las que más goles ofrecen de media por jornada, aunque Alemania e Italia también han demostrado contar con segundas entretenidas en la mayoría de sus jornadas.
Después está lo de España, que la pasada jornada apenas pudo ofrecer partidos con más de un gol en la mayoría de ellos. Esa ha sido prácticamente la tónica habitual del curso, sobre todo en este tramo final cuando la lucha por los diferentes objetivos se ha encarnizado tanto en la parte alta como en la parte baja de la clasificación.
A principios de curso, sí lograron estar a la par del resto de segundas divisiones, pero con el paso de las jornadas los equipos se fueron fortaleciendo defensivamente y cada gol empezaba a valer su peso en oro en una categoría que destaca por la extrema dificultad que supone disputarla. Mata es el máximo goleador de la misma con 27 tantos. En la Ligue 1, Bozok lidera la tabla con 24, Vydra hace lo propio en el Championship con 19, Caputo en la Serie B con 24 y Ducksch en la Bundesliga 2 con apenas 16 tantos.
Curiosamente, es en España donde destaca un máximo goleador con tantos goles, pese a ser la competición en la que menos se anota de las cinco. El gol se concentra más en Segunda que en el resto de segundas divisiones en las grandes ligas europeas, donde estadísticamente queda más repartido.