Disputar un partido ante Chivas es una ocasión especial en el fútbol mexicano. Muchos entrenadores abogan porque este tipo de encuentros no necesitan discurso motivador ninguno, que no hace falta.
Pablo Guede debe pensar todo lo contrario. El entrenador dio un recital minutos antes de salir al terreno de juego con el objetivo de concienciar a sus jugadores para los 90 minutos.
"Ahí fuera tenemos que estar más fuertes que nunca. Ante la dificultad, me revelo. No me desespero, tengo más cabeza. ¿Nos meten un gol? Vale, vamos perdiendo. No importa, sabemos que le vamos a dar la vuelta al partido", empezó.
"Es un partido para reírse, para disfrutar. Para tocar, para que sientan que han un equipo que va a jugar y les va a pintar la cara. Y, si la pierdo, les voy a morder los huevos y les voy a matar, eso es lo que tienen que sentir los contrarios", cerró el argentino.
26 de septiembre de 2019