"Stipe, te informo que Luka ha ganado el Balón de Oro de 'France Football' 2018", le dijeron al padre de Modric, en un vídeo proyectado al término de la gala. Y Stipe Modric rompió a llorar de alegría.
No era para menos. Acababa de grabar un vídeo de felicitación para su hijo en caso de que ganase, o eso creía. En realidad estaba todo preparado para que se llevase esta sorpresa.
Y entonces se procedió a grabar otra felicitación, más sincera. "Hijo, soy el padre más feliz y lleno de orgullo del mundo. Eres mi genio. No encuentro las palabras... Estoy muy feliz", sólo atinó a decir el padre de Modric.
"Ha sido por tu gran trabajo y por tu esfuerzo por lo que lo has logrado. Tu padre, tu madre y toda tu familia estamos muy orgullosos. Estoy muy feliz", dijo Stipe, antes de romper a llorar de felicidad.
3 de diciembre de 2018
Algo similar ocurrió en paralelo con Radojka, su madre. "Felicidades, mi sol. Es muy merecido, estaba deseándolo. Te quiero mucho", dijo su madre.
Modric apenas pudo contener la emoción al ver el vídeo al final de la gala. Sus padres lo sabían desde hacía días, como él, pero fueron capaces de fingir sorpresa, de guardar un secreto, para que la gala tuviera el colofón final que merecía.