Con 19 años, Pablo Maffeo estaba persiguiendo a Leo Messi y no era para pedirle un autógrafo. Pablo Machín le había encomendado una única tarea para el partido que enfrenataba a Girona y a Barça.
El astro argentino no debía sentirse cómodo en los 90 minutos del encuentro y Maffeo cumplió a la perfección. Tras el encuentro se ganó los elogios de su técnico, pero también de Guardiola.
El City era el dueño de su pase y lo mantenía cedido en el Girona. El verano pasado cambió de aires y recaló en el Stuttgart a cambio de unos nueve millones de euros.
Inició la temporada de titular, pero poco a poco se fue quedando fuera del equipo. En la octava jornada volvió al once inicial, pero dejó de disputar los partido completos y pasó a ser un hombre de relevo.
En noviembre cayó lesionado y, desde entonces, no ha vuelto a dispuatr partidos. El español ya se encuentra recuperado, pero el nuevo técnico, Markus Weinzierl, no confía de momento en él.