La crisis se ha instalado en Múnich de manera permanente después de que el Bayern sufriera un sonrojante 0-3 en casa en la visita del Borussia Monchengladbach.
Y es que los muniqueses suman ya cuatro partidos consecutivos entre todas las competiciones sin conocer la victoria y el puesto de Niko Kovac está más en entredicho que nunca.
El partido fue un auténtico esperpento para el actual campeón de Alemania, que veía todo muy cuesta arriba desde el tramo inicial del partido.
A los 10 minutos, Plea anotaba el 0-1 y solamente seis minutos más tarde Stindl hacía el 0-2 y ponía patas arriba el Allianz Arena.
El Bayern trató de reaccionar antes del descanso sin éxito y acabó marchándose a los vestuarios sin crear peligro evidente sobre la puerta visitante.
Tras el paso por vestuarios todo el mundo esperaba una salida en tromba de los bávaros, pero nada más lejos de la realidad.
El cinco veces campeón de Europa no inquietó prácticamente la meta defendida por Sommer y ahogaba sus intentones en el entramado defensivo y la telaraña en el centro del campo diseñada por Dieter Hecking.
Los minutos pasaban y el marcador no se movía. Y encima, para empeorar las cosas, el 'Gladbach culminó la goleada en el minuto 88 con el gol de Herrmann.
Con esta derrota, el Bayern se queda a cuatro puntos del Borussia Dortmund, que sigue siendo líder, aunque eso es lo de menos. Y es que se avecinan tiempos difíciles en el conjunto bávaro, con Niko Kovac en el ojo del huracán.