Cada logro encierra una historia personal. Las semifinales en Rusia ofrecen dos bien opuestas. Porque tres de los cuatro supervivientes de las semifinales esperan que el banquillo les dé la gloria que les negó el fútbol vestidos de corto. El otro espera poner el broche de oro a un currículo intachable.
Deschamps, cuya Francia es una de las más firmes candidatas a ganar el Mundial, podría pasar a la historia como una de las personas más jalonadas del deporte rey.
No en vano, solo Mario Zagallo y Franz Beckenbauer han sido capaces de hacer el doblete de la Copa del Mundo como jugadores de campo y luego como seleccionadores.
Además de ganar la liga en dos países distintos (Francia e Italia), así como la FA Cup en Inglaterra como futbolista, también añadió, en el concierto europeo, un par de Copas de Europa, una Intercontinental y la Supercopa.
Ya como entrenador, todos sus méritos se reducen a la Ligue 1, donde ganó todo en al menos una ocasión a excepción de la Copa francesa.
A estrenar el casillero
El caso absolutamente antagónico es el del seleccionador croata. Zlatko Dalic siempre desarrolló su carrera en Primera, con las elásticas de Hajduk Split, Velez Mostar o Buducnost. Pero su palmarés está a cero.
Los banquillos le están dando la oportunidad de obtener el reconocimiento que le faltó en su día. Ya el mero hecho de haber alcanzado las semifinales ha hecho subir enteros su fama y cotización en Croacia, pero no quiere quedarse ahí.
Roberto Martínez sí ha llegado a tener copas entre las manos. Concretamente, la galesa y el Football League Trophy, una especie 'Copa de los pobres' que disputan los equipos de tercera y cuarta categoría, el cual levantó en un par de ocasiones.
La carrera de Gareth Southgate lleva a engaños. Porque completó más de 500 encuentros oficiales en equipos que llegaron a tener sus buenos momentos, como el Crystal Palace, el Aston Villa y el Middlesbroguh. No obstante, alejado de la posibilidad de luchar por los grandes títulos, tanto en suelo británico como en el continental.
Al menos, pudo hacerse con dos copas de la Liga, una como villano, otra en el 'Boro'.
Si Bélgica elimina a Francia, quedará garantizado que uno de los otros tres técnicos habrá alcanzado el momento más álgido de su carrera. En caso contrario, el vencedor del Croacia-Inglaterra se convertirá en el representante de los 'pobres' ante el tirano Deschamps.