Abreu, a sus 43 años, ya ha superado y superado todas las locuras que protagonizó a lo largo de su carrera como jugador. Pero ahora, como entrenador, va camino de tener un perfil muy parecido.
El uruguayo dirige a Boston River, que este domingo caía por 0-1 frente a Wanderers en un partido en el que Abreu no lograba dar con la tecla para poder remontar.
En ese escenario, el 'Loco' hizo una de las suyas: decidió meterse a sí mismo en el campo para ver si así el equipo lograba reaccionar y ganar el partido.
No fue así: Wanderers anotó el segundo y Abreu, vestido de corto, se quedó con cara de póker sobre el césped.