La Real Sociedad atrapó al Villarreal en la cima de la tabla y aprovechó la oportunidad que se le brindaba a ambos en el duelo ante el Betis. Los verdiblancos retornaron a la imagen que parecía olvidada de Getafe y demostraron que al proyecto de Pellegrini aún le queda mucho para encontrar la regularidad.
Y eso que el choque ante los 'txuri-urdin' fue bastante igualado en el comienzo. El inicio fue muy táctico y hubo ocasiones para ambos. Bravo reaccionó bien a un centro desde la derecha y Tello avisó con un chut bastante franco desde la frontal.
La primera mitad se consumió con ambos equipos midiéndose y, hacia el final de la misma, la Real Sociedad aumentó su velocidad en las transiciones. Al descanso, los guipuzcoanos se fueron en ventaja después de una acción preciosa, que aunó la velocidad y precisión de Oyarzabal y la definición de Portu, que superó a Bravo de primeras.
Tras el descanso, la locura. El Betis pudo empatar gracias a un cabezazo de Tonny Sanabria a centro de Tello y el propio jugador paraguayo sufrió un evidente agarrón en el área, que, tras revisión en el VAR, quedó en nada.
Milimétrico el fuera de juego en la primera acción e inexplicable lo señalado por Estrada en la segunda, pues parecía un penalti claro y acabó en falta en ataque del atacante bético.
Sí que vio penalti el colegiado, en cambio, en la otra área. Isak rompió a Bartra por velocidad y el central, algo torpe, le agarró cuando se quedaba solo ante Bravo. Oyarzabal, con pleno de aciertos desde que es profesional, puso con facilidad el 0-2.
Ese gol mató toda esperanza bética. Los de Pellegrini se chocaban contra un frontón y la Real salía cada vez con mayor velocidad al contragolpe. En uno de los últimos, Januzaj usó su calidad y potencia para firmar el 0-3 definitivo, un resultado algo excesivo para lo ofrecido por unos y otros, pero que aúpa a los de Imanol a un liderato merecido.