Han pasado muchos años, bastantes jugadores por el medio del campo, con victorias dulces y derrotas agrias que amargaron a la afición atlética durante días e incluso hasta semanas. Las grandes noches en la Europa League o las terribles finales de Champions.
Koke, uno de los capitanes del conjunto 'colchonero', vivió todas ellas con mayor o menos protagonismo. En el inicio de la grandeza madrileña contra el Fulham en Hamburgo, el futbolista vestía el dorsal 26 y recibía los consejos de las figuras del vestuario rojiblanco.
En Bucarest, en la edición que le enfrentó al Athletic, el internacional español se vistió de corto aunque solo para disputar los últimos minutos al sustituir al talentoso Diego Ribas en la medular. Desde entonces, su rol cambió para crecer de forma mayúscula en el club.
Cuando Simeone dé las alineaciones para el choque ante el Marsella, Koke figurará como titular y podría disputar por primera vez los 90 minutos en el choque más importante de esta competición, soñando con levantar el entorchado junto a Gabi y brindarlo a toda la afición.