El final de temporada dejó tocado al FC Barcelona, que ahora se aferra a la Champions League para salvar los muebles de una temporada extraña por absolutamente todo, empezando por el despido de Valverde, siguiendo con el parón y culminando con la pérdida del título de Liga.
Tras unos días de descanso, el equipo de Quique Setién mira ya a los ojos a un partido que puede ser traicionero. Messi ya dijo que su equipo tenía que ser mucho mejor para derrotar al Nápoles, que viaja al Camp Nou con la lesión de Insigne y el 1-1 de la ida.
Con este resultado, el gol fuera de casa prácticamente no se cuenta, pero el Nápoles tendrá que ser mucho más incisivo de lo que fue en la ida. Un empate a mayor que el 1-1 le vale, eso sí, mientras que la victoria sería un golpe encima de la mesa... y un auténtico hito.
Y es que ganar en Champions League en el Camp Nou se ha convertido en un imposible. Fuera de casa ha sido otro asunto, pero en su feudo el club azulgrana cuenta con un registro que habla muy bien de él, aunque sin público ya nada es igual.
Si el Nápoles se lleva la victoria este sábado 8 de agosto, romperá una racha de imbatibilidad que dura desde 1 de mayo de 2013. Es decir, siete años, 2.656 días, en los que se han disputado 35 partidos donde el Barça no ha conocido la derrota europea en casa.
El último equipo que tomó el Camp Nou en Champions League fue el Bayern de Múnich. En aquel partido, con Messi en el banquillo por molestias, los de Jupp Heynckes vapulearon al conjunto de Tito Vilanova con un 0-3 que redondeaba el 4-0 de la ida en el Allianz Arena.
Tras este duelo la Champions se irá a la burbuja de Lisboa, donde se celebrará este nuevo formato exprés que dirimirá cuartos y semifinales a partido único antes de la final del 23 de agosto.