No hay manera de entenderlo, pero el fútbol es así. Cuando no te salen las cosas en tu competición siempre hay otra en la que puedes ahogar las penas. Eso es lo que le pasa a San Lorenzo en la Libertadores.
Con unos tristes números en la Superliga Argentina, el 'Ciclón' se ha encontrado con su mejor versión en la Copa. Tras tres jornadas disputadas, el conjunto entrenado por Almirón suma siete puntos (dos victorias y un empate).
El último triunfo llegó ante Palmeiras, el todopoderoso equipo brasileño que dirige Scolari. El técnico tenía clara la consigna desde el inicio del partido y la mantuvo hasta que encajó el gol. Una vez que se vio contra las cuerdas, el 'Verdao' embotelló al rival.
Veía que el empate podría ser muy bueno fuera de casa, pero en el fútbol no hay que jugar con el resultado. El ex seleccionador de la 'Canarinha' pecó de ingenuo y en una jugada aislada le metieron un tanto que no esperaban. Ocurrió nada más comenzar la segunda parte.
Tuvo que ser Marcelo Herrera, un joven de apenas 20 años, el que certificara la victoria del 'Ciclón' ante su afición. Cogió el balón y se fue en carrera hasta la frontal del área, donde decidió ejecutar un gran golpeo para establecer el único gol del partido.
Un gol que borró de un plumazo una primera mitad en la que hubo dos palos, uno para cada equipo. El primero fue de Castellani tras un disparo cruzado, mientras que el segundo fue para Dudu. Preciosa chilena que no encontró la recompensa.
Tras el tanto de Marcelo Herrera, Palmeiras pasó al ataque y San Lorenzo se defendió con todo. El conjunto brasileño tenía el balón, pero sus ocasiones no eran demasiado peligrosas. Scolari tuvo que hacer varios retoques en su equipo para intentar empatar el choque.
Con el partido a punto de finalizar, el 'Verdao' tuvo una opción para poner el 1-1 pero no llegó el tanto. Monetti apareció para salvar a su equipo con una gran estirada. Al final, 1-0 y los de Almirón le robaron el liderato a su rival.